17.5.07

esta tarde


HISTORIA APENAS ENTREVISTA




Con tristeza,
el caminante
- alguien que no era yo, porque lo estaba
viendo desde mi casa- recogió su polvoriento
equipaje, se santiguó, y anduvo algo.
Luego dejó de andar, volvió la cara,
y miró largamente al horizonte.
Iba ya a proseguir quién sabe adónde
cuando vio alguien que venía a lo lejos.
Su rostro reflejó cierta esperanza, después una terrible
alegría. Quiso gritar un nombre, pero
su corazón no pudo resistirlo,
y cayó muerto sobre el polvo,
a ambos lados el trigo indiferente.
Una mujer llegó, besó llorando
su boca, y dijo:
Ya no puedes oírme,
pero juro
que nunca había dejado de quererte.




Ángel González

3 comentarios:

maría nefeli dijo...

Se me ha encogido el corazón...
un beso

Laura dijo...

Me ha encantado esa foto, todos en el fondo somos Rick Blaine en algún momento de nuestras vidas..

camaradeniebla dijo...

me sabe no partidaria de Bogart, pero el poema del agueli angel es maravilloso.besos.