28.1.07

Evocaciones


Y podrás conocerte recordando

del pasado soñar los turbios lienzos,

en este día triste en que caminas

con los ojos abiertos.

De toda la memoria, sólo vale

el don preclaro de evocar los sueños.



Antonio Machado
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Imagen: Elliott Erwitt. 1955. California.

25.1.07

Sillas vacías


EL MÉTODO STANISLAVSKI



Veinticuatro horas viviendo con una silla.
Saca la silla que vive dentro de ti, te ayudará
tener corazón de mimbre.

Hay una silla en ti.
Algo concreto, palpable.

Reconstruye tu pasado a las órdenes del director.
Para ejecutar este papel
piensa en una dolorosa frivolidad.
Ahora en algo que te de miedo: aquel día entero que pasaste viviendo
en un territorio cartográficamente inasible
debajo de la cama de tus padres.

Vive junto a alguien que está enamorado de ti
e imagina que la quieres.
Cuando ella te deje sufrirás
más de lo que harías si la amases de veras.

Ya has interiorizado el método. Puedes comenzar a trabajar.

Ahí la tienes. No, no es la vida.
Pero lo que sea, ahí lo tienes.

No sientas, al menos, cuando alargues tu mano hacia ella
que como quien caza fantasmas a ciegas,
atraviesas el aire,
tanteas la nada,
que ella no es sino un peldaño frío
que no te atreves a bajar.

Ahí la tienes. Agarra su mano.
Tu alma
a cambio de esa clavícula, desnuda y desencajada,
la clavícula que más adoras entre sus dos hombros.

A veces para ser silla
es suficiente olvidar
cómo se parpadean los ojos.

Una vez que seas silla, deja que las bestias hagan lo demás
al subirse a tu regazo de mimbre.
Sé silla y espera

sentado.

Harkaitz Cano
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Imagen: "Silla con pipa" de Van Gogh

20.1.07

Preguntas


... y me hacía sentir que nunca encontraremos una respuesta a las preguntas fundamentales que nos hacemos en la vida pero que es bueno que nos las preguntemos, que el objetivo de la vida y la felicidad están en lugares que no percibimos o no queremos percibir, y que hay otra cosa tan importante como todos esos problemas, y son las imágenes que vemos por las ventanas del coche, del barco o de nuestra casa mientras estamos obsesionados con ellos o persiguiendo el placer o la profundidad en la vida; porque con el tiempo la vida, como la música, la pintura o las historias, llegará a su fin con todas sus subidas y bajadas, pero las visiones de la ciudad que pasan ante nuestros ojos permanecerán con nosotros durante años como recuerdos surgidos de un sueño.

Orhan Pamuk