Las estaciones se parecen todas; poco importa que las luces no logren iluminar más allá de su halo deslavazado, total, éste es un ambiente que tú conoces de memoria, con el olor a tren que persiste incluso después de que todos los trenes hayan salido, el olor especial de las estaciones después de haber salido el último tren. Las luces de la estación y las frases que estás leyendo parecen tener la tarea de disolver más que de indicar las cosas que afloran en un velo de oscuridad y niebla. Yo he bajado en esta estación esta noche por primera vez en mi vida y ya me parece haber pasado en ella toda una vida, entrando y saliendo de este bar, pasando del olor de la marquesina al olor a serrín mojado de los retretes, todo mezclado en un único olor que es el de la espera, el olor de las cabinas telefónicas cuando sólo cabe recuperar las fichas porque el número llamado no da señales de vida.
Ítalo Calvino, Si una noche de invierno un viajero
Imagen de la Estación de Rossio en Lisboa, julio de 2008
y música de Eliot Smith "Miss Misery":
http://www.youtube.com/watch?v=zH8-lQ9CeyI
4 comentarios:
A mi gustan las estaciones de trenes. Quiza porque he pasado bastantes momentos de mi vida esperando en ellas :)
Adoro andar de combóio. Adoro as estações dos combóios. Gosto da escrita de Italo Calvino.
Um abraço e que o ano de 2009 traga a concretização de todos os sonhos.
Yo he esperado mucho en las estaciones, viajé mucho desde ellas, comenzaron muchas cosas allí...ahora siguen las estaciones como testigo de la vida...
un beso
Feliz año 2009, amigo Viernes. Buena elección la de Italo Calvino. Te recomiendo "Las ciudades invisibles", que en teoría es una novela, pero que en la práctica es un libro de cuentos, como "Si una noche de invierno un viajero".
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