Sostiene Pereira que le conoció un día de verano. Una magnifica jornada veraniega, soleada y aireada, y Lisboa resplandecía. Parece que Pereira se hallaba en la redacción, sin saber qué hacer, el director estaba de vacaciones, él se encontraba en el aprieto de organizar la página cultural, porque el Lisboa contaba ya con una página cultural, y se la habían encomendado a él. Y él, Pereira, reflexionaba sobre la muerte. En aquel hermoso día de verano, con aquella brisa atlántica que acariciaba las copas de los árboles y un sol resplandeciente, y con una ciudad que refulgía, que literalmente refulgía bajo su ventana, y un azul, un azul nunca visto, sostiene Pereira, de una nitidez que casi hería los ojos, él se puso a pensar en la muerte.
Antonio Tabucchi, Sostiene Pereira
Antonio Tabucchi, Sostiene Pereira
Imagem: Praça dos Restauradores com Avenida da Liberdade, Lisboa. Verão do 2006,
ouve-se Estrela da tarde, do Carlos do Carmo:
4 comentarios:
Es triste,pero cierto.El verano es la estación donde la muerte se piensa demasiado...
Pensar en la muerte una tarde de verano para construir un alegato a favor de la vida... Es lo que hace Tabucchi en esta novela, es preciosa. Si no la has leído, María, hojeala...
Estoy de acuerdo. Es una novela imprescindible, no sólo porque sea un alegato a favor de la vida, sino también de la necesidad del compromiso político en tiempos oscuros.
Recuerdo que la leí tras ver la versión cinematográfica de 1995, en la que Mastroianni logró una interpretación memorable de Pereira.
En fin, salud y buenas lecturas para todos, compañeros.
soy fan de ese libro y de lisboa
beso
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