¡Cuánto hace, Portugal, hace ya cuánto
vivimos separados! Pero el alma,
esta alma incierta, nunca fuerte o calma,
jamás te descuida, ni bien ni tanto.
Sueño, histérico oculto, un escondrijo vano...
el río Furness, que es el que aquí baña,
sólo irónicamente me acompaña,
que estoy parado y él corriendo tanto...
¿Tanto? Sí, tanto relativamente...
Leche, acabemos con las distracciones,
la sutileza, el intersticio, el entre,
la metafísica de las sensaciones:
Acabemos con esto y todo lo demás...
¡Ah, qué ansia humana de ser río o muelle!
vivimos separados! Pero el alma,
esta alma incierta, nunca fuerte o calma,
jamás te descuida, ni bien ni tanto.
Sueño, histérico oculto, un escondrijo vano...
el río Furness, que es el que aquí baña,
sólo irónicamente me acompaña,
que estoy parado y él corriendo tanto...
¿Tanto? Sí, tanto relativamente...
Leche, acabemos con las distracciones,
la sutileza, el intersticio, el entre,
la metafísica de las sensaciones:
Acabemos con esto y todo lo demás...
¡Ah, qué ansia humana de ser río o muelle!
Álvaro de Campos
2 comentarios:
Nostalgia y deseo... la misma moneda...
Jajaja. Yo soy más partidaria del maestro Caeiro.
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