NOSTALGIA DE LO IMPOSIBLE
Desde la estantería
los libros no leídos me miran con la misma
herida indiferencia de una novia agraviada.
Hoy, como tantas otras veces,
su silencioso estar ahí
- en mi tarde
que rumia perezosa los instantes –
chirrea como una puerta de goznes oxidados
que el viento lleva y trae, y que me impide
concentrarme en las líneas del poema.
El pajarraco del desasosiego
vuela estrellándose en las paredes.
Los libros no leídos me contemplan
con una obstinación orgullosa y distante.
Y logran inquietarme,
porque me hacen pensar en esas calles
- que jamás transité-
en donde lo esperado me esperaba.
Desde la estantería
los libros no leídos me miran con la misma
herida indiferencia de una novia agraviada.
Hoy, como tantas otras veces,
su silencioso estar ahí
- en mi tarde
que rumia perezosa los instantes –
chirrea como una puerta de goznes oxidados
que el viento lleva y trae, y que me impide
concentrarme en las líneas del poema.
El pajarraco del desasosiego
vuela estrellándose en las paredes.
Los libros no leídos me contemplan
con una obstinación orgullosa y distante.
Y logran inquietarme,
porque me hacen pensar en esas calles
- que jamás transité-
en donde lo esperado me esperaba.
Piedad Bonnett
Imagen: Edward Hopper,
acompaña bien este tema interpretado por Sarah Vaughan y Billy Eckstine, "Passing stranges":
4 comentarios:
Me gusta mucho la forma en la que habla de los libros no leidos. Como si fueran aventuras no vividas.
Às vezes também me parece que os livros da estante me olham e me chamam e me pedem para os ler.
Um poema muito interessante.
Um beijo.
Me llamó la atención que hablases en tu acto de Hopper porque hace poco hice un cuadro en el que había una ventana, la cual pinté al estilo de Hopper.
Maravillosa entrada Felicidades por un blog tan bonito... me encantó!
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