CIUDAD DE LOS DESAPARECIDOS
Muchas veces no he amado Lisboa,
no supe amarla al anochecer
de los días laborables, cuando estaba gastada,
detenida y sucia, y en los autobuses
casi vacíos viajaba con la luz encendida
la profunda tristeza del mundo
que fue mi primera y más
precoz intuición. Gran ciudad
de los desaparecidos, no tuve
tantas veces la salud para apreciar
tus pequeños jardines
abandonados. Cuando en los cafés
ya iban apagando las máquinas
y al otro lado de la línea nadie
volvía nunca a responder
como quería, ¿cuántas veces
no pude encontrar el lugar y el sosiego
para olvidar y dormir? Incluso así,
nunca te hice justicia, Lisboa, cuando
me he quejado de ti: yo no era quién,
siempre he extrañado un poco la cama
de la vida.
Muchas veces no he amado Lisboa,
no supe amarla al anochecer
de los días laborables, cuando estaba gastada,
detenida y sucia, y en los autobuses
casi vacíos viajaba con la luz encendida
la profunda tristeza del mundo
que fue mi primera y más
precoz intuición. Gran ciudad
de los desaparecidos, no tuve
tantas veces la salud para apreciar
tus pequeños jardines
abandonados. Cuando en los cafés
ya iban apagando las máquinas
y al otro lado de la línea nadie
volvía nunca a responder
como quería, ¿cuántas veces
no pude encontrar el lugar y el sosiego
para olvidar y dormir? Incluso así,
nunca te hice justicia, Lisboa, cuando
me he quejado de ti: yo no era quién,
siempre he extrañado un poco la cama
de la vida.
Rui Pires Cabral
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Imagem: Praça do Comerço...
1 comentario:
En esa Praça do Comerço yo compré sellos para enviar postales de esa ciudad. ERa diciembre pero hacia una temperatura de otoño. Ese poema me encanta y le doy la razón, a veces no somos justos con las ciudades...gracias por el post.
Un beso
P.d: ya soy alumna oficial!
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