10.9.16

MONEDA AL AIRE

Que la realidad nos trate igual que la usurera
cuando vuelve nuestros mínimos sueños
calderilla del resto del tesoro
me lleva a preguntarme si nos vale la pena
perderse en el bolsillo pequeño de un vaquero,
hacernos invisibles en la mesilla ajena
entre libros, colillas y una copa
o, en las noches de gloria, ser monedas que caen
desde el abrigo roto de un borracho.

Y me digo que sí, algunas veces.
Y sé que me equivoco.


Trinidad Gan

Imagen: Edward Hopper, Wine Shop

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