3.6.12


RENACER


Dejamos la barca sin amarrar
y entramos vacilantes en la espesura de la isla
la cabeza llena de susurros. Un mar prehistórico
desapareció entre los árboles. Caímos en la hierba
a pleno sol. El claro del bosque se apagó, rojo.
Lo último que vi fue tu cuello palpitante.

Primero se crea el zumbido de la mosca, luego la luz.
Miramos entrecerrando los ojos y vemos renovarse el mundo.

El viento llena los árboles de hojas.
Tú te ríes porque la hierba existe.
La libélula se eleva, desciende, se eleva.
Y han pasado mil años.

Kjell Espmark (Trad. Francisco J. Uriz)

Imagen: Paul Klee, Polifonía
Música: Rodrigo Leõ, A praia do norte

1 comentario:

Maria Z. dijo...

Precioso poema,el final me dejò un poco perpleja ya que una no se lo espera que termine asi.Optimo post.Un abrazo.Maria Z.