3.2.11

reinicio


CONFESIÓN



No te miento, yo no soy un poeta,
aunque adore la pureza de las piedras blancas,
los pinos y los océanos, el sol poniente sobre el torso de los cuervos,
el crepúsculo tejido completamente de alas de murciélagos.
Tú sabes que yo adoro a los héroes, más aún a las altas montañas,
que amo a los colores nacionales flameando en el viento,
desde el amarillo claro hasta el color broncíneo de los crisantemos.
¡Recuerda que mi alimento es el te amargo!

Pero aún hay otro yo, ¿tú no le tienes miedo?
Pensamientos como moscas arrastrándose por el cubo de basura.


Wen Yiduo, Aguas muertas

Imagen: Anciano en la barca, Shi Tao


Música: Tun Dun,


http://www.youtube.com/watch?v=w47v5Nl5g7Q

3 comentarios:

Toni dijo...

Un poema intenso! Nunca he leido ninguno oriental quitando de algunos Haikus. ¡¡Mas!!

ROSA dijo...

Todos tenemos miedo de mirar en nuestro interior.
Hello, Mister Hyde.
Nos leemos

J. G. dijo...

excelente, precioso ese texto