15.11.10

de centenas


Has llegado a tu casa,
y ahora querrías saber para qué sirve estar sentando,
para qué sirve estar sentado igual que un náufrago
entre tus pobres cosas cotidianas.
Sí, ahora quisiera yo saber
para qué sirve el gabinete nómada y el hogar que jamás se ha encendido,
y el Belén de Granada
–el Belén que fue niño cuando nosotros todavía
nos dormíamos cantando –
y para qué puede servir esta palabra: ahora
esta palabra misma: “ahora”,
cuando empieza la nieve,
cuando nace la nieve,
cuando crece la nieve en una vida que quizás está siendo la mía,
en una vida que no tiene memoria perdurable,
que no tiene mañana,
que no conoce apenas si era clavel, si es rosa,
si fue azucenamente hacia la tarde.

Sí, ahora
me gustaría saber para qué sirve este silencio que me rodea,
este silencio que es como un luto de hombres solos,
este silencio que yo tengo,
este silencio
que cuando Dios lo quiere se nos cansa en el cuerpo,
se nos lleva,
se nos duerme a morir
porque todo es igual y tú lo sabes.


Luis Rosales, La casa encendida

Imagen: La casa amarilla, Van Gogh
Música: "Ventanas", Antonio de Pinto:

http://www.youtube.com/watch?v=8pVoZehHCSw

2 comentarios:

Toni dijo...

Me ha gustado!

Graça Pires dijo...

O silêncio a devassar a casa e a trazer a memória de outros tempos....
Gostei muito.
Um beijo, amigo.