UNA OLA
Pasar a través del dolor y no saberlo,
la puerta de un coche cerrándose de golpe en la noche.
Emerger en un terreno invisible.
Así la suerte de alzar nuestras voces
algo demasiado tarde llegó a ser adorada en diferentes formas;
un actor mudo, un futuro santo intoxicado con la idea del martirio;
y nuestro paisaje se tornó tal y como es hoy:
parcialmente desenfocado, parte de él demasiado cerca, la media distancia
un remanso de serenidad inalcanzable, con todo tipo de agradables gentes
y plantas despertándose y desperezándose, intentando llamar
la atención con cada recurso del que el género
humano es capaz. Y lo llamaban nuestro hogar.
[…]
John Ashbery
Pasar a través del dolor y no saberlo,
la puerta de un coche cerrándose de golpe en la noche.
Emerger en un terreno invisible.
Así la suerte de alzar nuestras voces
algo demasiado tarde llegó a ser adorada en diferentes formas;
un actor mudo, un futuro santo intoxicado con la idea del martirio;
y nuestro paisaje se tornó tal y como es hoy:
parcialmente desenfocado, parte de él demasiado cerca, la media distancia
un remanso de serenidad inalcanzable, con todo tipo de agradables gentes
y plantas despertándose y desperezándose, intentando llamar
la atención con cada recurso del que el género
humano es capaz. Y lo llamaban nuestro hogar.
[…]
John Ashbery
Imagen de Hokusai
y música de El último de la fila, "Yo no danzo al son de los tambores":
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