SE USA COMO “DOLOR” EN EL DICCIONARIO,
PERO SIEMPRE ES ALGO MÁS
Algo se quedó como hoja temblequeándose
en la huerta oxigenada del otoño,
me dejó con el nervio maniatado en la
cruz del dolor.
Algo de los otros también tembló en mí.
Soy el socio del miedo de todos.
Soy el corazón que encierra con una
yugular
en
colectivo.
Al temblor lo sentí cuando encontré en
los vientos
una
burbuja de aire,
cuando se halló en la tierra la cúpula
ferruginosa
de
la vida.
El nacimiento es un temblor de carne.
Es
un miedo de huesos,
así como el de los húmeros peruanos de
Vallejo.
Así como el calor de los tuétanos. Así
como la altura
y
el frío
y el miedo a morir sintiendo el susto de
ver
al
dios compasivo
sin haberle creído ni una sola palabra.
Xavier Oquendo, “Lo que el aire es”
(Valparaíso ediciones, 2014)
Imagen: Siberia, Sebastião Salgado
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