22.2.14

Recordando

Yo voy soñando caminos 
de la tarde. ¡Las colinas 
doradas, los verdes pinos, 
las polvorientas encinas!...

¿Adónde el camino irá? 
Yo voy cantando, viajero, 
a lo largo del sendero... 
—La tarde cayendo está—.

En el corazón tenía
la espina de una pasión;
logré arrancármela un día;
ya no siento el corazón.

Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.

La tarde más se oscurece;
y el camino se serpea
y débilmente blanquea,
se enturbia y desaparece.

Mi cantar vuelve a plañir:
Aguda espina dorada,
quién te volviera a sentir
en el corazón clavada.

Antonio Machado (26-7-1875; 22-2-1939)


Imagen: tarde en Sevilla
Música: Serrat, He andado muchos caminos

13.2.14

a Vito Domínguez Calvo

SÍSIFO

Recomienza…
Si puedes,
sin angustia y sin prisa.
Y los pasos que des,
en ese camino duro
del futuro,
dalos en libertad.
No descanses
hasta que no llegues.
De ningún fruto quieras sólo la mitad.

Y, nunca saciado,
ve cogiendo
ilusiones sucesivas del manzano.
Siempre soñando
y viendo,
despierto,
el logro de la aventura.
Eres hombre, ¡no te olvides!
Sólo tuya es la locura
donde, con lucidez, te reconoces.


Miguel Torga, Diario XIII (Trad. José A. García Caballero)

Imagem: Sísifo, Tiziano

2.2.14

MUSEO BRITÁNICO
(Los mármoles de Elgin)

En la fría sala del Museo
contemplo
la bella y solitaria Cariátide robada.
La sombría dulzura en su mirada
con insistencia dirige
al vigoroso cuerpo de Dioniso
(en voluptuosa postura cincelado)
que apenas dista dos pasos.
La mirada de él se ha posado
en el rotundo talle de la joven.
Sospecho que estos dos mantienen
un prolongado idilio.
Y así, cuando al atardecer la sala se vacía
de tantos visitantes ruidosos,
imagino a Dioniso
alzarse con sigilo de su puesto
para no levantar sospechas
de los vecinos relieves y estatuas,
y, todo pasión, lanzarse
a doblegar el pudor de la Cariátide
con vino y caricias.

Pero puede que me equivoque.
Quizás otra relación les una
más fuerte, más dolorosa:
En las veladas invernales
y en las deliciosas noches de Agosto
los veo
bajar de sus altos pedestales,
olvidado el formal gesto diurno,
y, entre suspiros y lágrimas de nostalgia,
reconstruir con pasión en su memoria
los Partenones y Erecteones que les fueron arrebatados.


Kikí Dimulá, La pasión de la lluvia (Ed. Point de Lunettes, 2013). Trad. Πέμπτη στις πέντε. (Jueves a las cinco)

Música: http://www.youtube.com/watch?v=t7B2aElFNv4