30.9.08

noite, outono


No conozco ya la noche terrible anonimato de la muerte
En lo hondo de mi alma fondea una flota de estrellas.
Lucero vespertino centinela que resplandeces junto a la celeste
Brisa de una isla que me sueña
Para que anuncie el alba desde sus altos peñascos
Mis dos ojos te hacen navegar abrazado a la estrella
De mi franco corazón: No conozco ya la noche.

No conozco ya los nombres de un mundo que me niega
Nítidamente leo las conchas las hojas las estrellas
Mi odio es superfluo en las sendas del cielo
Salvo que sea el sueño que me vuelve a mirar
Según atravieso con lágrimas el mar de la inmortalidad
Lucero vespertino bajo el arco de tu fuego dorado
La noche que no es más que noche no la conozco ya.


Odysseas Elytis


La imagen es de Munch "Noche estrellada"

y el piano de Antonio Pinho Vargas:


2 comentarios:

Nochestrellada dijo...

Parece que los dos andamos medio noctámbulos...

Me gusta llegar aquí
sorprenderme con nuevas obras...

Un beso

maría nefeli dijo...

Es hermoso ese poema...
un beso