30.5.10


UNA CARA



“No soy traidora, insensible, celosa, supersticiosa,
arrogante, malévola ni absolutamente monstruosa”.
A fuerza de estudiar su rostro
el exasperado abatimiento
- aunque no en un callejón sin salida -,
rompería con gusto el espejo;

¡mientras que el amor por el orden, el ardor y la simplicidad natural
con expresión de duda son todo lo que necesitamos para vivir!
Determinadas caras, unas pocas, una o dos, o una
en particular fotografiada por el recuerdo
deben continuar siendo un placer
para mi espíritu, para mi vista.



Marianne Moore



Fotografía de Chien-Chi Chang

Música de George Winston, "The carol of the bells":


22.5.10

casualmente


EL VERDADERO FINAL DE LA GUERRA


Por la mañana, todos los trenes regresaron
a la estación vacía –tú podías quitarte los zapatos
y caminar a casa descalzo a través de las vías
entre tallos de malvas
con una sensación extraña de ingravidez

y la noción de que los objetos encontrados desde entonces
pesarían más: un silbato, un reloj, una cámara rota.
Afortunadamente, la mayoría de ellos existió, como nosotros,
ligeramente salpicada en el aire. Y la casa entera

fue igualmente construida de telarañas,
el movimiento de un párpado podría derribarla. Momentáneamente,
fuimos suspendidos bajo la respiración templada
del verano, hasta que el niño que seguía mirando

en el sueño, despertó y vio un jardín lleno de plumas.


Tomasz Rózycki, The forgotten keys (Traducción del inglés de José A. García Caballero)


Imagen: "Los pájaros muertos", Picasso

Suena Bob Dylan, "Not dark yet":

16.5.10


FGL



Cosas que sólo sabe quien ha recorrido la ciudad en busca de un rostro.

Que han visto a alguien
en la escalera de incendios
a esa hora en la que una mirada de odio
no puede distinguirse de una de amor.
Que lo han visto
escalera abajo,
y que llegaba tarde a la escuela,
tarde como el miedo del niño que dibuja flechas
en el vaho de los cristales.

Cosas que sólo sabe quien ha recorrido la ciudad en busca de un rostro.

Que la ciudad despierta como bestia de cien ojos
y que cada persiana se abre y se despereza
cual párpado: una joven tras cada persiana
tira de la correa.
Si hubiese nacido hace doscientos años,
en vez de la persiana, esa chica tiraría de la mesana
de un barco.

Cosas que sólo sabe quien ha recorrido la ciudad en busca de un rostro.

Que en el puerto de Nueva York
había aquel año asalariados cuya única labor
consistía en abrir de par en par ventanas altas,
y que los Abridores de Ventanas se disputaban
con un marasmo de feriantes y adivinadores
un hueco a orillas del Hudson:

- ¡Ahí va! ¡Ahí va el poeta a quien fusilarán
dentro de seis años!

Mientras tanto, la cara de Federico
se escondía inconstante en el camarote
sin entender, sin ver, sin oír, sin saber
que Rimbaud y Lizardi recorrían
las espaldas frías de todos los amantes,
y con voz cada vez más queda,
preguntaban por él surco a surco.

Son cosas que sólo sabe
quien ha recorrido la ciudad
en busca de un rostro.



Harkaitz Cano, Alguien anda en la escalera de incendios (Ed. El Gaviero, 2008)


Imagen: Central Park, 15 de mazo de 2009

Música: Avalanche, de Leonard Cohen,

9.5.10

calma


¡Qué dulce sería, oyendo bajar al arroyo,
con ojos medio cerrados, que siempre pareciera
que caíamos en el sueño, casi dormidos!
Soñar un sueño, como aquella luz de ámbar
que no dejará el arbusto de mirra en el collado;
oír el susurro de los otros;
comiendo loto día tras día,
observar los remolinos en la playa
y tiernas líneas curvas de cremosa espuma;
ceder nuestros corazones y espíritus
al mando de la mansa melancolía;
meditar y rumiar, y vivir otra vez en el recuerdo
con los antiguos rostros de la infancia
debajo de un montículo de hierba,
dos puñados de polvo blanquecino,
encerrados en una urna de bronce.



Alfred Tennyson


Imagen: Shi Tao, "Paisaje, figura y flores"


Música: Anni B. Sweet, "Take on me":

2.5.10

palabras no leídas


NOSTALGIA DE LO IMPOSIBLE



Desde la estantería
los libros no leídos me miran con la misma
herida indiferencia de una novia agraviada.

Hoy, como tantas otras veces,
su silencioso estar ahí
- en mi tarde
que rumia perezosa los instantes –

chirrea como una puerta de goznes oxidados
que el viento lleva y trae, y que me impide
concentrarme en las líneas del poema.

El pajarraco del desasosiego
vuela estrellándose en las paredes.

Los libros no leídos me contemplan
con una obstinación orgullosa y distante.
Y logran inquietarme,
porque me hacen pensar en esas calles
- que jamás transité-

en donde lo esperado me esperaba.


Piedad Bonnett


Imagen: Edward Hopper,

acompaña bien este tema interpretado por Sarah Vaughan y Billy Eckstine, "Passing stranges":